Las tres patas de la eficacia de los tratamientos para la Esclerosis Múltiple

La aparición de nuevas lesiones en la resonancia magnética, los brotes y el aumento de la discapacidad determinan la eficacia de los tratamientos modificadores de la enfermedad

EMPOSITIVO | 07/03/2017

 

Tras ser diagnosticados de Esclerosis Múltiple, el tratamiento se convierte en nuestro mejor aliado. Aunque todavía no existe cura para la enfermedad, los medicamentos existentes sirven para modificar el curso de la EM y ralentizar su progresión. La elección de ese tratamiento -que en la actualidad solo existe para la forma Recurrente-Remitente de la enfermedad- es un momento de gran importancia en el que el neurólogo y el propio paciente deben poner de su parte para dar con el más adecuado, que se adapte lo mejor posible a las condiciones de cada caso. Pero a veces el tratamiento elegido no resulta ser el más adecuado y toca hacer un borrón y cuenta nueva para comenzar desde cero con un nuevo tratamiento. Pero ¿en qué momento sabemos que hay que cambiarlo?

Hay algunos medicamentos que, por sus efectos secundarios, se convierten en el peor enemigo del paciente y pueden empeorar notablemente su calidad de vida. En ese caso la decisión es clara: ese tratamiento no sirve para el paciente en cuestión. Pero una vez superados los efectos secundarios, hay otros tres aspectos claves que los profesionales médicos tienen en cuenta para saber si el tratamiento seleccionado está siendo eficaz en el paciente: los brotes, las lesiones en la resonancia magnética y la progresión de la discapacidad. El análisis conjunto de la evolución de estas tres patas lleva a tomar una decisión: continuar o paralizar el tratamiento.

Cuando un paciente está bajo un tratamiento pero los brotes se repiten con frecuencia, puede ser una señal de que el mismo no está funcionando como se esperaba y que hay que pensar en la posibilidad de suprimirlo. Lo mismo ocurre con los resultados de la resonancia magnética de control que se suelen realizar anualmente los pacientes. Si en la misma se aprecia la aparición de un gran número de nuevas lesiones, algo está fallando y hay que tomar medidas. Por último, si la discapacidad va en aumento a gran velocidad, puede indicar también que el tratamiento no está funcionando con el paciente.

Pero la decisión de paralizar el tratamiento no depende de un nuevo brote, de la aparición de nuevas lesiones o de un aumento de la discapacidad, sino del balance de cómo han evolucionado estas tres patas del tratamiento en conjunto. Un paciente puede tener un brote en un momento determinado, pero recuperarse del mismo; la aparición de nuevas lesiones no tiene por qué implicar un empeoramiento de la calidad de vida del paciente y la discapacidad también puede aumentar, pero en un grado menor que no implica que el tratamiento no esté siendo efectivo.

El problema viene dado cuando en un mismo paciente estas tres patas fallan y el tratamiento no está repercutiendo positivamente en la evolución de su enfermedad y en su calidad de vida. En ese caso, y bajo la supervisión de su neurólogo, llega la hora de poner fin al tratamiento y partir de cero para probar un nuevo medicamento hasta encontrar el más adecuado para el paciente. Porque la EM actúa de forma distinta en cada persona y, con ello, la eficacia de los tratamientos. Hay pacientes que pueden estar toda la vida con un mismo tratamiento que le resulta ser efectivo, mientras que otros se ven en la tesitura de tener que cambiar de tratamiento hasta dar con el más adecuado.

 

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5 Responses to

  1. Francisca dice:

    Yo estoy actualmente con copaxone pero de hace un año acá no tengo calidad de vida me caigo constantemente y con causas una vez me desmayé y caí y me rompí la muñeca otra caida se me salío el hueso del hombro lo estoy pasando mal no puedo hacerme cargo de nada tengo 59 años y ni siquiera tengo fuerzas para cuidar de mi nieta y los que mi hija me dé no puedo relacionarme con nadie por que no aguanto de pié mucho rato solo estamos en casa mi marido y yo y aunque me hace muchas cosas no es suficiente necesito la cura o un medicamento que no tenga efectos secundarios

  2. Angeles Moron Picazzo dice:

    Hola. Yo me llamo Angeles Moron tengo 63 añis. Hace 5 años tube mi primer brote. A la fecha llevo 4 brotes el ulti
    Mo el 2 de feb de este año. Aun a los medicos se les dificulta creer que es EM por mi edad pero las RM dicen mi cerebro tiene desmilinizacion y muchas manchas de todos tamaños blanquecina actualmente no tomo nada ni copaxone desde hace tres años me van a hacer dos estudios más y a ver como salgo dicen pero me angustia mi cansancio y espasticidad y hirmigueo en mi cara y frialdad y calor en mi pierna derecha. Sera q tenga EX? A pesar de. I edad.

    • EMPOSITIVO dice:

      Hola Ángeles,
      Esperemos que esos dos estudios que tiene pendientes ayuden a resolver todo esto. Cansancio, espasticidad, hormigueo… son síntomas que se repiten entre las personas con EM. Cierto es que la angustia está ahí, pero hay que aprender a convivir con ellos y llevarlos de la mejor manera posible.
      ¡Mucha fuerza y ánimos! Un abrazo grande

  3. josefdeabajo dice:

    Muchas gracias por ofrecernos este artículo. Me ha ayudado a resumir perfectamente cuáles son los objetivos que tiene mi tratamiento contra la enfermedad.

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