¿Qué es la Esclerosis Múltiple?

La Esclerosis Múltiple (EM) es una enfermedad crónica, autoinmune y degenerativa del Sistema Nervioso Central que afecta al cerebro y a la médula espinal. Está presente en todo el mundo y es una de las enfermedades neurológicas más comunes entre la población de 20 a 30 años. Se trata de la segunda causa de discapacidad neurológica en adultos jóvenes y afecta predominantemente a las mujeres. A la EM se la conoce también como ‘La enfermedad de las mil caras’, ya que presenta múltiples manifestaciones y afecta a cada persona de forma diferente.

En la Esclerosis Múltiple el sistema inmunológico ataca a la mielina (el material que recubre los axones de ciertas células nervios y facilita la conducción de los impulsos eléctricos), haciendo que esta se vea deteriorada en distintas áreas dejando en ocasiones cicatrices (esclerosis). Pero la mielina no solamente protege las fibras nerviosas, sino que también facilita su función. Si la mielina se destruye o se lesiona, la habilidad de los nervios para conducir impulsos eléctricos desde y al cerebro se interrumpe y este hecho produce la aparición de los síntomas de la enfermedad.

En la actualidad se desconoce la causa de la Esclerosis Múltiple, por lo que todavía no existe una cura para la enfermedad, pero sí existen varios tratamientos farmacológicos que pueden modificar el curso de la misma y que mejoran sustancialmente la calidad de vida de las personas afectadas.

Aunque existe cierta predisposición genética, la Esclerosis Múltiple no es una enfermedad hereditaria. Si uno de los dos progenitores está afectado, su hijo tendrá alguna probabilidad más de desarrollar la enfermedad, pero no tiene por qué ocurrir. Determinados hábitos de la salud, como la alimentación o la actividad física, podrían tener un impacto muy relevante, tal y como sugieren numerosos estudios.

En la actualidad, la Esclerosis Múltiple es todavía una enfermedad estigmatizada que se asocia a los grandes afectados y a la que rodean numerosos mitos que debemos tirar abajo: la EM no es contagiosa ni mortal, los afectados no están condenados a acabar en una silla de ruedas y las mujeres con EM pueden quedarse embarazadas. Gracias a los avances en torno a la enfermedad, muchas de las personas que la padecen pueden llevar una vida “normal” en el ámbito personal, social y laboral.

 


La Esclerosis Múltiple: El ejemplo del teléfono


 

Para entender la Esclerosis Múltiple primero tenemos que comprender el funcionamiento de nuestro Sistema Nervioso Central, formado por el cerebro y la médula espinal. Para hacer un simple movimiento como lo es levantar un brazo, nuestro cerebro envía una señal que recorre la médula espinal hasta los nervios de ese brazo, que reciben la orden y la ejecutan: ¡Ya tenemos el brazo levantado! Esta comunicación que se establece entre nuestro cerebro y los nervios que recorren todo nuestro cuerpo viene a ser como la de un teléfono tradicional. Al hacer una llamada, el teléfono envía el mensaje a nuestro destinatario a través de un cable. ¿Pero qué pasa si ese cable está dañado? Pues que nuestro mensaje no llegará con claridad a nuestro receptor. Algo así ocurre con la Esclerosis Múltiple: nuestro cable está dañado.

 

definicion

El cable telefónico está cubierto por un plástico que lo protege. Si este se ve alterado, la llamada perderá calidad: ruidos de fondo, interferencias, problemas para comprender el mensaje… Ese plástico que protege el cable telefónico, trasladado a nuestro sistema nervioso, se corresponde con la conocida como mielina, un material que envuelve las fibras nerviosas y las protege. Si esta se ve dañada, la comunicación entre nuestro cerebro y los nervios se verá afectada.

La EM es una enfermedad autoinmune, es decir, es nuestro propio sistema inmunitario el que ataca a las células de nuestro organismo, en vez de protegerlas como debería. En la Esclerosis Múltiple, nuestro sistema inmunitario ataca de lleno a esa materia que recubre los nervios de nuestro cuerpo (mielina). A este proceso se le conoce como desmielinización y es el causante de que las señales que envía nuestro cerebro lleguen distorsionadas a las distintas partes de nuestro cuerpo. Si la mielina que recubre los nervios está dañada, podemos encontrar dificultades para levantar un brazo.

Esa falta de comunicación con el nervio del brazo debido a que la mielina está dañada, dará lugar a cualquiera de los síntomas de la Esclerosis Múltiple: falta de sensibilidad, pérdida de fuerza, hormigueo, problemas de movilidad, fallos cognitivos…