Palo que ponía, palo que el agua arrastraba río abajo. Qué frustrante estaba resultando construir la pequeña presa en la que construiría su castorera individual.
"Parece que estoy perfectamente pero esto demuestra que no es así; tengo que hacer un plus de esfuerzo", explica la joven, a la que le acaban de reconocer el 33% de discapacidad
Dos jóvenes no se conocían de nada hasta que una amiga les presentó. Lorena se encontraba perdida, Paula sabía por lo que ella estaba pasando. Algo les unía: la Esclerosis Múltiple.