Cuando Lorena encontró a Paula

Dos jóvenes no se conocían de nada hasta que una amiga les presentó. Lorena se encontraba perdida, Paula sabía por lo que ella estaba pasando. Algo les unía: la Esclerosis Múltiple

Jacobo Caruncho | 11/11/2016

Lorena Lago (izquierda) y Paula Pereira (derecha).

Lorena Lago (izquierda) y Paula Pereira (derecha).

Asumir el diagnóstico de la Esclerosis Múltiple es el primer -y más complicado- paso para empezar a convivir de forma pacífica con la enfermedad. Pero para llegar a ese punto hay un largo camino por recorrer. Muchas personas salen de la consulta de su neurólogo con un mar de dudas que no saben resolver, grandes inquietudes de cara al futuro, y se sienten incomprendidas y no saben a quién recurrir. Algunos acuden a las asociaciones de pacientes, otros encuentran en su médico un gran aliado, otros prueban terapia psicológica… Pero lo que muchos están buscando es a alguien que esté en su misma situación para poder desahogarse y que sepa comprender todo aquello que les preocupa. Eso es lo que le ocurrió a Lorena Lago, una joven bióloga de Vilagarcía de Arousa (Pontevedra) a la que le diagnosticaron Esclerosis Múltiple el pasado mes de abril. «No entendía nada. Los médicos parecían no entender mi incertidumbre y mi miedo y no sabían tranquilizarme y darme unas pautas», confiesa la joven. Pero, por suerte, se topó con alguien en el camino que le ayudó a comprender la realidad de la enfermedad y que le animó a no hundirse y asumir con fuerza su nueva compañera de vida.

Una amiga de Lorena le puso en contacto con otra chica de Vigo que había sido diagnosticada de EM en 2014. Paula Pereira es la susodicha, una joven estudiante de farmacia que había pasado por el mismo mal trago que atravesaba ahora Lorena. «Por mi experiencia, lo que Lorena necesitaba era información en primera persona«, explica Paula. «Yo entendía perfectamente el proceso de duelo por el que ella estaba pasando. Lo primero que le dije es que por su estado actual no se preocupara, que llegaría el momento en el que todo se normalizaría, se acostumbraría a su nuevo día a día y a seguir siendo feliz», comenta la joven viguesa. Y lo decía por experiencia propia.

Uno de los primeros ‘deberes’ que le puso Paula a Lorena fue verse el Informe Robinson que le dedicó el programa deportivo a Ramón Arroyo, un gran referente de superación y motivación entre la comunidad esclerótica. «Estas historias son las que te mueven», explica la viguesa. Le aconsejó dónde podía buscar información sin asustarse, le puso al día de la enfermedad, de las novedades, de los avances… le transmitió lo necesario para poder vivir el día a día con una visión lo más positiva posible.

El whatsapp se convirtió en su vía de comunicación. Cada vez que una duda le asaltaba a Lorena, sabía que tenía a alguien al otro lado del teléfono que le estaría escuchando y orientando, como si de una especie de «entrenadora» se tratase. «Hablar con Paula me tranquilizaba, le escribía cada vez que me sentía con miedos hacia la enfermedad. Me hizo ver que las cosas que yo sentía eran cotidianas», asegura. El miedo a pasar por un segundo brote fue el punto de inflexión. «Empecé a llevarme bien con la Esclerosis Múltiple cuando le reconocí a Paula que tenía miedo de lo que me podía pasar en un segundo brote», confiesa. Pero hablar de todo eso con su ‘coach’ le hizo olvidarse de sus temores.

Pero con el whatsapp no bastaba, las dos sentían la necesidad de verse en persona y compartir un buen momento de complicidad. Y así fue. Ambas recuerdan ahora con ilusión el día que se conocieron en Pontevedra. Ese día quedó patente que, aunque la Esclerosis Múltiple sea conocida como la enfermedad de las mil caras, hay muchas cosas en las que los pacientes pueden coincidir. «Siempre recordaré lo que nos reímos cuando bajamos juntas las escaleras de la estación de autobuses, cada una agarrada a una barandilla», recuerda Paula. Una simple barandilla, un detalle que pasa desapercibido para muchos, era para las dos un punto de apoyo necesario. Pero también compartían dolencias, malestares, días de fatiga…

No son muchas las veces que se vieron en persona, pero ambas saben que eso tampoco es imprescindible. «Hablamos casi a diario», aseguran. Porque lo que comenzó como un contacto para animar con la enfermedad, se ha convertido en una gran amistad. «Paula ha sido sincera, tanto en las cosas positivas como en las no tan buenas de la enfermedad. No me ha tratado con pena, me ha ayudado a conocer la Esclerosis Múltiple, a confiar en mi misma y a crecer como persona», celebra Lorena. Pero Paula tampoco se queda corta con sus halagos. «Cuando tienes a una pupila tan aplicada y que luego te saca notazas en las pruebas oficiales es un verdadero orgullo», asegura.

Ahora que han pasado los meses, las dos gallegas hacen balance de la relación que ha surgido gracias a la Esclerosis Múltiple y presumen de que su método de ‘coaching’ ha funcionado y con éxito. Basta con ver el mensaje que transmite ahora Lorena sobre la vida con Esclerosis Múltiple, cuando hace escasos meses veía un futuro oscuro. «Las sensaciones son múltiples, variadas, cambiantes y complicadas de llevar. Todo esto, sumado a la incertidumbre, la angustia y el miedo del principio, hacen del diagnóstico de la EM un cóctel verdaderamente explosivo. Pero sí es posible poder disfrutar de la vida así. Convivir con la enfermedad, llevarla a tu lado, y no luchar contra ella son unas de las cosas más importantes para conseguirlo.», explica.

Con estas palabras, Lorena da a entender que se siente preparada para hacer por otras personas diagnosticadas de EM lo mismo que Paula ha hecho por ella. Y es que las dos muestram sus ganas de poder ayudar a todo aquel que necesite un apoyo para afrontar la enfermedad. Pronto las veremos de nuevo con un proyecto que se traen entre manos. Porque esto, aseguran, solo está EMpezando.

Comentarios de Facebook

3 Responses to

  1. Pablo dice:

    Un muy buen reportaje para una bonita historia. Un gran comienzo para muchas personas. Mi enhorabuena a todos los que formáis parte de esta aventura. Ayudaréis a mucha gente.

  2. Juanma dice:

    Ante todo superación. Las dos agarradas a la barandilla… en cuantas ocasiones me he visto «raro» por tener que agarrarme a ese punto de apoyo y pedir permiso para pasar a personas que estaban sentadas.

  3. maria celia rodriguez alvarez dice:

    Cualquier historia de superación nos ayuda a todos a no ahogarnos en un vaso de agua.La vuestra es preciosa porque nos hace percibir como os superáis,la trascendencia de una amistad y lo importante que es vivir sin perder la alegría.
    Gracias

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